Jueves: 7 de Marzo de 2013 quedan
pocos días para que Ogadenia y yo terminemos nuestras prácticas, exactamente
nos quedan dos días. Es cierto eso que dicen que todo lo bueno siempre
acaba…recuerdo ese primer día, muy asustadas nosotras dos, que no conocíamos a
nadie, a las 8 de la mañana en el comedor haciendo bocadillos y envolviéndolos
para entregárselos a la gente cuando empezara la hora del desayuno y
repartiendo los dulces mesa por mesa para tener un primer contacto con las
personas, aiiinsss fue algo raro me sentía como la idiota del pueblo….nos
tendríamos que empezar a acostumbrar a nuestra rutina del día a día durante los
próximos 6 meses.
El primer contacto que teníamos era con miedo, normal, empezábamos en un sitio extraño para
nosotras, allí la gente ya se conocía, ya sabían de la dinámica de todos los
días pero nosotras no, nosotras éramos las nuevas, la que todo el mundo
vacilaba…y bien que lo hacían, las que a veces trataban mal y se aprovechaban
por no conocer aún muy bien cómo funcionaban las cosas… -.- pero como me suele
decir un amigo mío “¡¡AQUÍ LAS BOBAS SE ACABARON!!”
Después del desayuno, nos tocaba irnos
para las duchas, allí tendríamos que darles toallas, champú, las cosas de aseo,
ropa interior, todo lo que ellos necesitaran, menos mal que teníamos a Paqui y
a Jesús que nos fueron explicando cómo teníamos que hacer, es cierto que en
varias ocasiones nos vimos solas, pero más o menos nos defendíamos.
Al terminar en las duchas tocaba la
hora de los talleres, que agonía las primeras veces, no había quien los sacara
del domino, todo el día pegados a esa piezas blancas y negras con puntitos, es
cierto que también nos costaba que vinieran, porque en esa época (octubre,
noviembre) aún estaban con los talleres de la campaña y claro esos talleres son
desde casi principio de año y es normal que ya estuvieran un poco
cansados de siempre lo mismo…
Muchas veces nosotras también nos
poníamos a jugar al dominó con ellos, así los íbamos conocíamos un poquito más
y teníamos un trato algo más cercanos, así fue como fuimos teniendo
amistad con muchos de ellos.
Al terminar los talleres o de jugar al
dominó, nos tendríamos que ir al comedor, llegaba la hora del almuerzo, como en desayuno nos
costó adaptarnos, nos tenían como camareras, tráeme esto, dame de lo otro, esto
no es así, es asao….madre mía que impotencia!!, encima nosotras no decíamos nada
porque éramos las nuevas, hasta que ya dijimos, “un por favor” o un “gracias”
de vez en cuando también estaría bien que se dijera.
Las primeras semanas eran mortales,
nunca habíamos “trabajado”, yo al menos
estaba súper agotada y tenía mucho cansancio en el cuerpo, incluso con
agujetas, jajajjaa.
Por suerte iban pasando las horas, los
días, las semanas y nos íbamos acostumbrado al ritmo de vida que se lleva en
Cáritas, la verdad es que ha sido lo mejor que me ha podido pasar. Al principio
sinceramente no quería, pero una vez que empecé reconozco que me enganche. Creo
que ha sido de las cosas más bonitas que me han podido pasar, he aprendido
muchas cosas, la más valiosa es que una simple sonrisa por la mañana con un
buenos días puede alegrar a las personas y hacer que el día sea un poco
mejor para ellos.
En Cáritas se conoce a muchas
personas, cierto es que a unas se les coge más cariño que a otras, pero al
final las quieres a todas y cuando llega un día que no las ves más las extrañas
y nos preguntamos q¿ué serán de ellas?, si estarán bien, si habrá mejorado su
situación….otras personas también es que han fallecido y otras vuelven a su
país, aun así, no nos olvidamos de ellas y siempre tendrán un huequito en
nuestros recuerdos.
Justo cuando ya estábamos acabando
nuestras prácticas es cuando más a gusto nos encontrábamos, cuando ya nos sentíamos
parte de la familia de Cáritas, cuando ya los conocíamos a todos. Aun así,
aunque terminemos, no significa que no volvamos más, POR SUPUESTO QUE NO!
Nosotras seguiremos yendo, pero esta vez a dar el coñaso, más de lo que antes
lo podíamos dar jajajjaa
Por último solo le puedo dar las
gracias a mi compañera Ogareña, Gardenia, que diga OGADENIA jajajajaj ha sido
la mejor compañera que me ha podido tocar en las practicas, he aprendido y
compartido millones de cosas con ella, muchos momentos juntas, de risas,
tristes, de enfados, alegrías, me quedo con todas, pero sobre todo me quedo con
todas las locuras que hemos hecho, darnos el rebote y ponernos a bailar o a
cantar en medio del patio de Cáritas sin importarnos nada y alegrar a las
personas que nos ven, dando unos pequeños minutos de felicidad a los demás. Gracias
por hacer que estos meses hayan sido fantásticos! =D
No me queda nada más por decir, si no
que…me quedo con todo lo bueno que me ha pasado y con toda esa gente maravillosa,
de los cuales, en muchos momentos ellos también me han sacado una gran sonrisa.